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NY-SD-NY
Las confituras más finas
De esquisitez delicada,
Todas pueden ser halladas
En la urbe newyorquina.
No obstante, las golosinas
De nuestro criollo sabor,
El “jalao” de rigor
O el dulce e leche higüeyano,
Las lleva el dominicano
Cuando viaja a Nueva York.
¿Quiere embutido italiano,
argentino, o alemán?
En Nueva York lo hallarán
Igual que un jamón serrano.
Mas lleva el dominicano
Un salami de mallita,
O esconde unas arepitas
En medio de su equipaje,
Y muchos no hacen el viaje
Sin su caja de sopitas.
Pero es su “vaineo” cumbre
Que en Nueva York bebe ron
Y así muestra en su actuación
Que es “ñoño” con su costumbre.
Logra así que se deslumbre
Otro que toma escocés,
Que éste más barato es
En el país de los gringos,
Y luego, en Santo Domingo,
Bebe coñac otra vez.
En diciembre, a su regreso,
Con su whisky lo verán,
Pues parece que es su afán
Mostrar que no vive “en pesos”
Y enseñando su progreso,
No bien baja del avión,
Él pide una Möet Chandón,
Pues lo que bebe es champaña,
Y a menudo lo acompaña
Con fritos y chicharrón.
¿Por qué el whisky no lo bebe
en el territorio gringo
y por qué en Santo Domingo
el ron criollo no promueve?
En Nueva York que se lleve
A la boca un “Hersheys kiss”,
Aquí un dulce de maní,
Allá sus “Planters” en lata,
Aquí su pan de batata
Y dulce de ajonjolí.
Aquello que cerca tiene,
Eso ya no le interesa,
Pero pierde la cabeza
Por lo que no le conviene.
Y uno pregunta: ¿a qué viene
Vainear con sus compatriotas?
Pero en su actitud se nota
Que no es que se ha vuelto loco,
Sino que pretende un poco
Embromar, pero con jota.
Huchi Lora
4 de septiembre de 2006
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1 comentario:
esta mas que buena la decima!!
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