Como Chivo sin Ley!

Tarde pero oportuno, hoy posteo un artículo que leí ayer en el periódico semanal Clave (versión impresa) precisamente en la columna "Crónica de un Rosca Izquierda" del controversial periodista Ramon Colombo, en el cual nos explica claramente y de forma sarcástica sobre la posible inutilidad de las leyes en un país con una población carente de civismo.

Es como imaginarse atrapado en una finca cercada con alambre de puás, con un toro alocado y sin tener a mano ningún instrumento para domarlo ni forma de como salir juyendo.... check it out:

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¡SERIA LINDO!
Por: Ramón Colombo
(Periodista)

Luego de ver en plena Tiradentes, medio agazapado detrás del volante, cómo estuvieron a punto de matarse a tiros dos nobles especímenes del "Dominican curious" que querían pasarse el semáforo en rojo y verde para el otro, se me ha ocurrido una gran idea patriótica, capaz de atraer millones de turistas (vendrían muy bien en estos tiempos).

1. Como casi nadie respeta ni hace respetar los semáforos, los eliminamos en todo el país, con lo que nos ahorramos muchisimos dólares y considerables gastos de energía y mantenimiento.
2. Como no habría semáforos, ¿qué sentido tendría disponer policías en los cruces de calles y avenidas por hacer (lo cual aquí es muy relativo) que los conductores los respeten? Eliminaríamos, pues, la AMET y todo lo que se le parezca, con lo que lograremos un gran ahorro adicional.
3. Como ya no tenemos ni semáforos ni policías de tránsito, ¿para qué diablos las señalizaciones de "una via", "pare", "no estacione", "prohibido doblar a la izquierda", etc.? ¿Para qué las rayas peatonales, "silencio hospital", "escuela maneje despacio", "velocidad máxima 35 kph"...?
4. Como no tenemos semáforos ni policias, ni señalizaciones, ni prohibiciones, prevenciones de nada, ¿para qué una Ley de Tránsito y sus reglamentos? Se cae de la mata que también eliminemos eso.
5. Y como ya no tenemos semáforos, policías, normas viales ni ley para todas esas cosas, nos declaramos decididos a liberarnos de la dictadura de toda ley, y aprovechamos la reforma constitucional para hacer que en el escudo, en vez de "Dios, Patria y Libertad" diga "Sálvese el que pueda".

Un país tan lindo y original atraería a millones de turistas, que vendrían a ver cómo el "Dominican curious" se mata a balazos con cualquiera, con tal de pasar primero.
(Bueno, no todo es perfecto en esta vida.)

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