Extraído de la Revista Men´s Health
- Tu habilidad para "bajarte" un shot de tequila sin respirar en menos de 2.27 segundos.
- Ese dinosaurio Pentium II de 333mhz que tienes en el despacho.
- La actitud cínica, amargada, pesimista, autodestructiva e irritante de hacerle pensar que ella/el es el/la culpable, cuando en realidad sabes que ha sido culpa de ambos.
- Tu teléfono con marcación de disco. Es el siglo XXI, A. Graham Bell.
- Esas 9, 10, 11 horas de sueño el sábado en la mañana. Despiértate, dormilón. Haz 30 lagartijas, corre 5 kilómetros, lava y encera el auto, y juega a la pelota con tus niños. Ahora puedes darte un descanso.
- Cualquier cosa que desde hace tres meses no te deja tener una conversación significativa con la persona más importante en tu vida.
- Los pantalones que aún puedes cerrarte apretando la barriga sin que un botón salga disparado.
- La tendencia subconsciente (¿lo es?) de presionar a tus hijos para que no cometan tus mismos errores.
- Tu consultor financiero. Mejor aprende a comprar acciones por ti mismo, para que tu dinero no pase de la Bolsa al bolsillo de otro.
- Las frases "un hombre de la calle", "toy bueno y tengo cualto" o "soy un tipo con experiencia", cuando estás hablando con una mujer a la que acabas de conocer.
- Ese paquete de condones en la gaveta del carro "por si acaso..." o el condon que guardas en la cartera.
- El desatino de contar los detalles más picantes de tus andanzas en la universidad, la despedida de soltero, y las "expediciones de cacería" a las novias y esposas de tus amigos... cuando tu esposa o novia no está presente.
- Tu colección de comics, postalitas de algun deporte, etc. (y/o en el caso de la mujer: mariquitas, muñecas, vestidos y zapatillas de cuando eras niña). Véndelos y compra acciones bursátiles. Recuerda que los niños coleccionan pero los adultos invierten.
- Tu matrimonio, tus hijos, tu casa... no, no, wait a minute, ¿De qué estamos hablando?
- Es hora de que te despidas del apodo del bachillerato. En especial si es alguno de estos: "el negro", "el guero", "el chino", "el greñú" , "el capo", "la mafia", etc.
- La necesidad de mostrar a todos las cicatrices que tienes en algunas partes de tu cuerpo. ¿Fueron por ir de campamento a las montañas o tumbando mangos de una casa ajena?
- La idea de que llegará el dia en que serás tan seguro de ti mismo como Sean Connery, tan fogoso como Russel Crowe, o tan deseado como Brad Pitt.
- ¿Como le llamas a esa manía de acumular objetos inservibles? ¿Ser precavido?
- Los primos y la suegra que se han instalado desde hace un mes en tu casa. No, es una broma. No tiene que ser en ese orden, jejeje.
- Las llaves de su apartamento. Ni te molestes en llamar, ya ella hace rato que desapareció sin dejar rastro.
- Tu desdén por esa tos insignificante que no te deja dormir y que ha sido excusa para no tener un examen médico en los ultimos 8 años.
- "Esas leyes de infancia" como cruzar los dedos al hacer una promesa, superar pruebas fisicas para unirte a un grupo (como beberte una caja de cerveza para demostrar que eres mas hombre que otro) y nunca elegir a una chica para tu equipo. Relájate, esas reglas caducan a los veinte años.
- El hábito inconsciente de tocarte los biceps. Créenos, cuando te falten tú no serás el ultimo en darte cuenta.
- La idea de que cualquier fracaso es el fin del mundo. Por el contrario, lo que sucede es justamente que todo vuelve a comenzar.
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