Ayer me encontraba por los alrededores de la calle El Conde buscando a algún vendedor de libros usados a quien venderle o intercambiarle algunas revistas y libros que estaban cojiendo polvo mi casa. Justo al parquearme de pronto me topé con un señor muy mayor el cual tenia una mesita con unos 15 libros y revistas viejas y le pregunté que como le ha ido en el dia, a lo que tristemente me dijo: "Hoy llegué temprano en la mañana y todavía no consigo un peso (era la 1:00 de la tarde)." Le pregunté sobre si vienen muchos jóvenes a comprar y me dijo: "Mira mi hijo, la juventud no esta interesada en leer. Aquí tu ves que yo tengo buenas revistas con cosas interesantes pero casi nadie las compra dizque porque son viejas." A lo que prosiguió a mostrarme unos cuantos artículos de revistas viejas y también de libros.
Dada la condicion de "olla crónica" que tenia el viejo, sólo me dijo que tomara cualquier libro a cambio de los que le llevé, y me recomendó un libro de texto como de 700 paginas en inglés de titulo "A Global History of Man" de Stravianos (1968), el cual segun sus palabras me dijo: "Ese es un tremendo libro, si yo supiera algo más de inglés lo leyera", a lo cual me convencí en llevármelo y de paso me dió $25.00 disque para no irme vacio, dinero que luego usé para jugar un ticket de Leidsa para ver si "me saco la Loto" como dominicano al fin, cosa a lo que lamentablemente estamos sometidos casi todos ya que para muchos jugar números deja más beneficio que leer un libro y aquí más fácil entra un pobre a una banca de apuestas que a una biblioteca.
Triste es la realidad de un libro viejo, que al igual que los ancianos, son olvidados, alejados y menospreciados y terminan tirados en algún lugar "cojiendo polvo" mientras se desmorona su estado físico con el paso del tiempo.
1 comentario:
Gran verdad en pocas palabras, también ando entre esos personajes de El Conde y sus libros , desde el 2000 que fuí a Dominicana por primera vez.
Pensar que los que desprecian esos libros y revistas, tendrán el mundo en sus manos en unos años.
Como decía en sus últimos años mi querido Ray bradbury: No hace falta quemar libros, ya basta para matarlos, no leerlos..
Publicar un comentario