Acabo de finalizar la venta de mi carro y al llegar a mi casa veo como la situación ahora se torna un poco dificil, ya que como hay un carro menos y somos tres hermanos, todos a pie, ahora hay que repartirse y hacer planes previos para poder utilizar el jeep de mi madre cuando haya disponibilidad o cuadrar como se puede despachar a cada quien en su destino sin que genere una perdida de tiempo y de gasolina.
Siento una nostalgia al mirar atrás y ver que mi parqueo está completamente vacio. No es que me haya arrepentido de vender mi auto, pero esa sensación de saber que ahora tengo que volver a cojer lucha con los carros publicos no es nada agradable. Ahora, luego de varios años andando montao, nuevamente tengo que planear las rutas para cojer las guaguas o conchos, y prepararme para sudar como un perro, aguantar la pegadera en los carros públicos y las imprudencias de los choferes.
Pienso comprarme un carro pronto, pero por ahora los coros estarán un poco reducidos ya que aunque siempre tengo amigos que me pueden pasar a buscar, no es lo mismo andar montao tarde de la noche a tener que esperar a que alguien decida irse y darme un aventón hasta mi casa.
Y es que, como todo dominicano, se sabe que en este país "El peatón no es gente".
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