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jueves, enero 05, 2012

Los Turcos de Montecristi

En nuestro pais la fluencia de inmigrantes durante la era de Trujillo era notoria tanto en presencia publica como en los registros de aquella época y ademas de que durante su estadía dejaron sus huellas en la cultura de algunos pueblos dominicanos . Dentro de ese flujo de inmigrantes que se dieron entrada a nuestro pais en aquella época están los Turcos los cuales se dejaron notar principalmente en la provincia de Montecristi.

Chequeen la siguiente Cápsula Genealógica extraida de la revista Areíto del periódico Hoy, en la que se destaca el origen, los aportes, los registros de matrimonios efectuados en la provincia y el porqué la poca  descendencia hoy en día de la gran mayoría de los históricos Turcos de Montecristi... check it out:

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INMIGRANTES AHUYENTADOS

En las últimas décadas del siglo XIX se produjo una notable migración a Montecristi procedente de las islas anglo-parlantes del Caribe, con preponderante presencia de las Islas Turcas y Caicos.
Estos “buscadores de mejor vida”, ya en territorio dominicano preservaron los rasgos de su identidad, tales como sus creencias religiosas, sus tradiciones y sus celebraciones.
Considerados como “decentes y honrados” los mismos demostraron notables habilidades en una gama amplia de oficios, entre los que se encuentran carpinteros, ebanistas, barberos, herreros, sastres, panaderos, modistas, marineros, cocheros, lavanderas, costureras y zapateros. Las casas victorianas y de estilo anglo antillano que una vez le dieron esplendor a Montecristi fueron obra de esta poco conocida oleada de inmigrantes.
Los mismos llegaron a nuestro país con sus familias y se establecieron en la parte noroeste de la mencionada ciudad norteña, en un barrio al que denominaron Turkilán.
Otra de las obras construidas en la ciudad por estos inmigrantes fueron dos iglesias, estando una parte de los fieles adscritos a la Iglesia Metodista Wesleyana de las Islas Turcas. Una tercera iglesia también establecida fue la Metodista Libre.
Es también relevante el hecho de que se segmentó el cementerio en dos partes, una para los inmigrantes isleños y la otra para los montecristeños.
Sólo como una muestra de la presencia de los naturales de las Islas Turcas en Montecristi, transcribiremos un resumen de las actas de matrimonios suscritas en dicha ciudad en los primeros cinco meses del año 1890.  
El 10 de enero de 1890 casó Alfonzo Tucker, de 34 años, marinero, natural de Islas Turcas, residente en esa ciudad, hijo natural de Juana Tucker, natural del mismo lugar, con Juana Trott, de 39 años, costurera, natural de Islas Turcas, hija legítima de Stepen Trott y Phoe Trott, también de Islas Turcas.
El 11 de enero de 1890 casó José Milbourne, de 25 años, cochero, natural de Islas Turcas y residente en esa ciudad, hijo legítimo de Alexandre Milbourne y de Arieta Doran, con Matilde Harvey, de 28 años, de profesión lavandera, natural de Islas Turcas, hija legítima de José Harvey y Tera, naturales del mismo lugar.
El 10 de febrero de 1890 casó Alberto Gricen, de 30 años, marinero, natural Las Antillas Inglesas, residente en esa ciudad, hijo natural de Sara Tausan, con Elisa Saret Molins, de 33 años, natural de Islas Turcas y residente en esa ciudad, hija legítima de Henri Molins y Susana Molins.
El 10 de febrero de 1890 casó Wood Gricen, de 37 años, marinero, natural de Samaná y residente en esa ciudad, hijo legítimo de Youli Gricen, norteamericano, y Eledia Crin, con Guayina Polensca, viuda, de 32 años, lavandera, de nacionalidad inglesa, natural de Islas Turcas y residente en esa ciudad, hija legítima de Charlis Polensca y Masta Polenca, naturales de dicho lugar.
El 11 de abril de 1890 casó Thomas L. Lightbourne, de 24 años, carpintero, natural de Islas Turcas, residente y domiciliado en esta ciudad, hijo legítimo de Birkley Lightbourne y Malvina Lightbourne, naturales del mismo lugar, con Mary E. Hepunth, viuda de Spencer, de 44 años, costurera, natural de Islas Turcas, hija legítima de Guerltimo Hepunth y María Hepunth, también naturales del mismo lugar.

El 12 de abril de 1890 casó Timoteo Cak, de 28 años, carpintero, natural de Islas Turcas, residente en esa ciudad, hijo legítimo de Jems Cak y Sussana Cak, también naturales de dicho lugar, con Avelina Gualle Fuin, viuda, costurera, natural de Islas Turcas y residente en esa ciudad, hija legítima de James Fuin y Rebeca Quino, también naturales de dicho lugar.
El 12 de abril de 1890 casó Thomas Hamilton, de 27 años, carpintero, de nacionalidad inglesa, residente en esa ciudad, hijo legítimo de Ceasar Hamilton y Clarenda Hamilton, naturales de Islas Turcas, con Jane Haven, de 22 años, costurera, natural de Islas Turcas, residente en esa ciudad, hija legítima de Joseph Haven y Sarah Haven, también naturales de Islas Turcas.
El 12 de abril de 1890 casó Richard M. Brown, de 30 años, marinero, natural de Jamaica y residente en este pueblo, hijo legítimo de Richard Brown y Mary Brown, también naturales de Jamaica, con Clementina Cox, de 34 años, lavandera, natural de Islas Turcas, residente y domiciliada en ese pueblo, hija legítima de Benjamin Cox y Susana Cox, naturales ambos de Islas Turcas.
El 19 de mayo de 1890 casó Richard Nathaniel Wynns, de 24 años, marino, natural de Islas Turcas, residente y domiciliado en ese pueblo,  hijo legítimo de Daniel Wynns y de Elinda Wynns, también de Islas Turcas, con Mary Augusta Murray, de 21 años, costurera, natural de Islas Turcas, residente y domiciliada en ese pueblo, hija legítima de Samuel Murray y Hannah Murray, naturales ambos de Islas Turcas.

Cabe señalar que en el mismo período seleccionado, sólo se suscribieron cuatro matrimonios de dominicanos residentes en Montecristi. Fueron estos:

El 26 de enero de 1890 casó Eugenio Deschamps, de 28 años, natural de Santiago de los Caballeros, hijo legítimo de Eugenio Deschamps y Natividad Peña, conAna Balbina Chávez, de 23 años, natural de Guayubín y residente en Montecristi, hija legítima de Juan Chávez y Ceferina Calderón.
El 29 de marzo de 1890 casó Rafael Espinal, de 22 años, natural de Santiago de los Caballeros y residente en Montecristi, hijo legítimo de Manuel de Jesús Espinal y Genara de Peña, con Balbina de Jesús Rodríguez, de 15 años, costurera, hija natural de Julia Rodríguez.
El 18 de mayo de 1890 casó Manuel de Jesús Acosta, de 27 años, de Laguna Salada, hijo legítimo de Manuel de Jesús Acosta y Juana Francisco, con Juana Francisca Peralta, de 18 años, costurera, residente en Montecristi, hija legítima de Juan Bautista Peralta y Guadalupe Sánchez, naturales de Santiago de los Caballeros.
El 21 de abril de 1890 casó Evaristo Rodríguez, de 32 años, empleado público, natural de Santiago de los Caballeros y residente en Montecristi, hijo legítimo de Martín Rodríguez y Bernabela Paulino, con Felícita Brito, de 26 años, costurera, natural de Santiago de los Caballeros y residente en Montecristi, hija natural de Meregilda Brito.

Salta a la vista que los apellidos antes mencionados de los naturales de Islas Turcas hoy en día no se conocen en nuestro país.

¿Fue que no dejaron descendencia?

No, la razón de su no presencia actual en la sociedad dominicana es que a propósito de la matanza de 1937 ordenada por Trujillo, estos inmigrantes oriundos de Islas Turcas decidieron regresar a sus islas nativas, ya que por el color de su piel temieron ser confundidos con haitianos.
Sólo nos quedan pues sus registros en los libros de la Oficialía del Estado Civil de San Fernando de Montecristi.

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